En commonomia proponemos abordar los procesos de desarrollo local a partir de la activación de 6 palancas del cambio. Se puede actuar sobre ellas de forma simultánea y combinando la transmisión del conocimiento con la acción a través del juego, la ejemplificación y la puesta en marcha de iniciativas reales de cambio.
El empoderamiento individual parte del propio reconocimiento de nuestras posibilidades y capacidades como agentes del cambio. ¿Qué podemos hacer como consumidores, como actores políticos, como miembros de un colectivo social? (Activismo social)
Y, ¿qué podemos hacer si esas capacidades confluyen en la construcción y puesta en marcha de iniciativas compartidas de transformación? Conocer, ensayar y poner en marcha nuevas formas de generar bienestar y riqueza para la comunidad nos empodera como colectivo (Economía colaborativa).
Es posible que algunas iniciativas precisen estructurarse cuando alcanzan una dimensión importante y también porque necesiten coexistir durante la transición a otro nuevo paradigma, con las formas tradicionales de actuar en el espacio económico. Las organizaciones cooperativas de economía social son las que mejor se adecuan a esta necesidad, y, sobre todo, nuevas fórmulas cooperativas poco ensayadas hasta ahora (Cooperativas y economía social).
Tenemos que aprovechar las nuevas posibilidades de desarrollo que nos aportan las tecnologías y las nuevas formas de producción distribuida, que añaden a nuestra dimensión de consumidores la de creadores y productores. Una nueva revolución industrial está en marcha (reindustrialización).
Y actuar sobre el espacio físico en el que todos estas transformaciones operan, anima, favorece y refuerza las actividades de transformación (Repensar las ciudades y el espacio público).
Por último, cómo entender esto procesos y atrevernos a participar en ellos si no probamos otras formas de acercarnos a la realidad, si no ensayamos otros vehículos de aprendizaje que nos permitan pensar fuera de la caja y estimular nuestra creatividad y nuestra percepción de nosotros mismos como agentes con capacidad transformadora y con responsabilidad sobre las condiciones y el entorno en que se desarrolla nuestra existencia (Repensar la educación).
Se trata de conocer como podemos cambiar las cosas a partir de nuestras elecciones individuales.
El éxito de la acción ciudadana pasa por activar los poderes que aún tenemos a nuestro alcance como ciudadanos:
- Nuestro poder como consumidores
- Nuestro poder como votantes y actores políticos
- Nuestro poder como colectivo capaz de conectarse y movilizarse masivamente.
Cada uno de nosotros es un activista con una gran capacidad para transformar su entorno. Solo tenemos que conocer, conectarnos, participar, canalizar nuestro compromiso:
- Consumir responsablemente
- Consumir local
- Compartir
- Cambiar de banco
- Cambiar de comercializadora de energía
- Participar en política
- Informarse con sentido crítico
- Contar a otros las alternativas de transformación que descubrimos
Inspiración para el activismo social:
2. Economía colaborativa. Consumir de forma colaborativa es compartir, intercambiar,prestar,
alquilar y regalar como siempre se ha venido haciendo en mayor o menor medida entre los miembros de una comunidad pero aprovechando las inmensas posibilidades de conexión e interrelación entre personas que permiten las nuevas tecnologías
El consumo colaborativo implica un cambio cultural y económico en los hábitos de consumo caracterizado por la transición desde el consumismo individualizado hacia nuevos modelos y formas de consumo.
En commonomia impulsamos iniciativas de consumo colaborativo distribuidas localmente, con múltiples intermediarios. Iniciativas que generen desarrollo económico a nivel comunitario y que ganen dimensión y alcance a través de la colaboración y cooperación en red.
Pensamos que los modelos de negocio centralizados como AirBnB, que se erigen ahora como referentes de esta nueva economía colaborativa, son modelos de transición hacia negocios sin grandes intermediarios que operarán localmente y conectados entre sí, y, probablemente, bajo formas cooperativas.
Inspiración para la economía colaborativa:
3. Economía Social. Las cooperativas son el mejor vehículo para consolidar las iniciativas locales y dotarlas de una marco organizativo y legal adecuado a sus fines.
Cuando alcanzan cierta dimensión, muchas iniciativas requieren de una estructura que, sin alterar sus principios de funcionamiento y las bases de cooperación sobre las que se asientan, les permita gestionar su complejidad creciente. Las cooperativas resuelven este problema.
Diversos tipos de cooperativas se ajustan, en gran medida, a los objetivos de colaboración y participación que definen la otra economía:
En commonomia promovemos el conocimiento del cooperativismo y acompañamos a las comunidades en el proceso de transformación de sus iniciativas en cooperativas.
4. Repensar la industria. Una nueva forma de producción y distribución de bienes está en marcha. Se trata de sistemas que ponen al alcance de los ciudadanos y de las pequeñas empresas y comunidades la posibilidad de fabricar bienes que anteriormente solo podían producir las grandes industrias y corporaciones. Sistemas que permiten la fabricación distribuida frente a la obsesión por la escala que ha dominado la industria hasta ahora.
Se está creando un ecosistema de diseñadores, makers, artesanos, que con el uso de herramientas como las impresoras digitales, las placas arduino o los dispositivos open hardware están transformando la industria y generando nuevos modos de producción relocalizados. Se trata de sumarse a esta nueva revolución industrial y generar nuevas posibilidades y formas de desarrollo a nivel local.
Inspiración para repensar la industria:
Inspiración para repensar la industria:
- The Center for Bits and Atoms (MIT)
- Open Source Ecology
- Fab Lab Barcelona
- Revista Make
- Arduino
- Raspberry Pi
5. Repensar y rediseñar las ciudades."La agenda de las políticas urbanas necesita reinventarse para un tiempo que no fue el previsto en las normativas que rigen las dinámicas del urbanismo tal como lo hemos conocido. El marco tradicional del urbanismo ha perseguido siempre fijar usos y dar respuestas sólidas y con vocación de permanencia con herramientas de planificación que buscan dar estabilidad. Sin embargo, en un momento de cambio como el que vivimos, esta aspiración de permanencia necesita flexibilizar su lógica para poder ser permeable a proyectos y dinámicas de expresión social mucho mejor adaptadas a la realidad social actual y a la urgencia por ofrecer valor social a tantos recursos ociosos en las ciudades"
Inspiración para repensar las ciudades:
6. Repensar la educación. Otra forma de aprender y enseñar. Los objetivos y las herramientas de los sistemas educativos actuales no son adecuados para este mundo en transición. Estos sistemas han funcionado siglos sin apenas cambios a pesar de que las circunstancias sociales y económicas y el entorno tecnológico se han modificado sustancialmente.
Es necesario repensar la forma en que aprendemos y la forma que enseñamos y ensayar nuevos modelos educativos. Existen numerosas alternativas en marcha. En commonomia intentamos darlas a conocer y las aplicamos en nuestros propios procesos de aprendizaje y enseñanza.
