martes, 26 de mayo de 2015

Visita a la Cooperativa del Mercado Nuestra Señora de África (La Recova)



A las 10 de la mañana nos esperaban los directivos de la cooperativa en la puerta principal del Mercado. 
Entramos. Era una mañana luminosa y había mucha animación. Clientes comprando, familias paseando, mayores descansando en los bancos del patio, grupos de amigos tomando un café y charlando. 

Nos reunimos en un confortable despacho muy cercano al patio superior del recinto. La puerta permaneció abierta en todo momento. 

Los 360 puestos del Mercado Nuestra Señora de África de Santa Cruz de Tenerife se gestionan hoy por una cooperativa de servicios que cuenta con algo más de 200 socios y 30 empleados. El edificio y las infraestructuras son de propiedad municipal. No siempre fue así

En los años 80 y 90 del pasado siglo, los regidores del Ayuntamiento de Santa Cruz intentaron su privatización. Argumentaban que la gestión pública era ineficiente y que se arrastraba un déficit económico importante. Los ahora cooperativistas se movilizaron y propusieron la cooperativa de servicios como fórmula de gestión. Así, en 1995, nació la Cooperativa, que a día de hoy exhibe importantes logros: ocupación del 100% de los puestos disponibles, mejoras importantes en las infraestructuras, cuentas saneadas con precios muy ventajosos de alquiler para los comerciantes (entre 90 y 100 euros) y un amplio catálogo de servicios de calidad para apoyar las actividades de sus asociados. El mercado se autogestiona por los comerciantes, sin control directo de la corporación municipal y sin necesidad de ayudas o subvenciones de la administración. Las decisiones se toman en asambleas en las que cada comerciante tiene un voto independientemente  de los puestos que explote. La cooperativa ha impedido la penetración de franquicias y grandes superficies, que siempre han mostrado un gran interés por el mercado, que posee un edificio y una ubicación muy atractivos. 

Cada titular de puestos de venta es una empresa o un autónomo que dirige su negocio con los criterios empresariales que le parecen más adecuados sin más límites que las normas comunitarias que se han otorgado entre todos para mejorar los servicios a los clientes y asegurar una gestión eficiente del espacio. El órgano rector y los técnicos de la cooperativa se ocupan de asegurar el cumplimiento de estas normas lo que supone, en palabras de la presidenta, “estar diariamente en contacto con el patio”.



La Cooperativa trabaja  para la comunidad de comerciantes con el objetivo económico de prestar el mejor servicio sin incurrir en pérdidas. Todos los rendimientos y beneficios se reinvierten en la propia Cooperativa.

Los principios básicos por los que se rige la cooperativa son los de confianza y de autogestión, evitando que ningún ente público o privado ejerza el control. 

En cuanto a su financiación, no recibe subvenciones ni ayudas de la Administración. Cada socio abona una cuota de 15 € mensuales, así como un canon o tasa municipal (alquiler) de algo más de 1.000 € anuales por cada puesto.

Tienen un sistema activo de comunicación y marketing, con presencia constante en medios de comunicación, redes sociales (Facebook), etc.

Uno de los objetivos principales de la Cooperativa es impulsar el desarrollo de la economía local y se intenta que el porcentaje de productos canarios vendidos en los puestos sea el más alto posible (60-70%). Muchos de los puestos venden los productos que ellos mismos, en sus explotaciones familiares, producen (cría de cabras para quesos, carnes de granjas propias, vegetales obtenidos en cultivos propios, etc.). Así, el Mercado contribuye a una mejora de los precios, a crear canales cortos de comercialización y a una economía más local y menos dependiente del exterior y de los intermediarios. 

Cooperativa y FOESCA coincidimos en la importancia de difundir el modelo cooperativo del Mercado y de proponerlo para otros  ámbitos de gestión municipal.

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